“María Paz murió sola, aunque yo
estuve sujetando su mano hasta el final,
pronunciando el nombre de aquel hombre
que nos destruyó, esa fue su mejor venganza.
No entendí para que volvió conmigo después
de marcharse por tanto tiempo. Volvimos a
compartir cama y a tener sexo, pero es como
si no lo tuviéramos, ya nada era lo mismo,
Enano”.
“Almas perdidas” se ha añadido a tu carrito. Ver carrito
Productos Relacionados
Cerrar