Armando vino cargado de un equipaje de sueños y sería la vida con su eterno misterio la que le demostraría el camino a seguir a su debido tiempo.
En complicidad con su guitarra, empezó a crear sus primeras canciones; ese fue, sin temor a equivocarme, el momento en el que nació el cantautor, para dar paso a todo lo que su entrañable abuela Iris en sus rezos cotidianos para él pidió.
A partir de aquel día, todos sus proyectos se realizaron. Culminó con éxito en las carreras de Medicina y Derecho que, para muchos, son incompatibles, más no para el mandato de Dios, supremo creador del universo.
José Escajadillo
